My
Story
Soy Daniel, fotógrafo de bodas, y mi trabajo es capturar lo que de verdad importa. No estoy aquí para hacer un show ni para crear escenas de película. Mi misión es estar donde la vida real ocurre: en los abrazos sinceros, en las carcajadas espontáneas, en ese instante que se te escapa y te define.
No me interesa que todo sea perfecto, ni que sigas una receta. Lo auténtico es lo que queda. Y es lo que quiero que veas en tus fotos: el caos hermoso, las imperfecciones que hacen que cada boda sea única, los momentos que realmente cuentan.
Mi cámara está ahí para capturar lo que nadie espera, lo que no se puede planear. Lo que pasa cuando te dejas llevar. Si quieres fotos de boda de verdad, de esas que te emocionan cada vez que las miras, soy tu fotógrafo.
Y aunque mi mirada es la que sostiene este proyecto, nunca he estado solo. Inma, que empezó siendo parte del equipo y hoy es mi compañera de vida, ha sido el pilar que cambió mi forma de trabajar. A lo largo del camino también han estado Carlos, Sol y otros amigos que dejaron huella, con los que compartí aprendizajes y a quienes siempre recuerdo con cariño.
Ahora es María quien me acompaña en la mayoría de las bodas, siendo una segunda fotógrafa que aporta su propia sensibilidad.
Al final, mi historia también es la historia de todas esas personas que han pasado por mi vida y han dejado algo en mí. Y de alguna forma, cada boda que fotografío lleva un pedacito de todo eso.
Preguntas
Frecuentes
-
Estoy en Málaga. Pero ne desplazo con regularidad por toda Andalucia y España, también el Mundo. He fotografiado bodas en Madrid, Galicia, Valencia, Portugal, Suecia, Canarias… Estoy allí donde sea tu historia!
-
Por supuesto! Siempre intento quedar con vosotros para conoceros en persona. Pero si la distancia no lo permite podemos hacer una videollamada. No hay compromiso!
-
Si y es algo que en lo que insisto mucho, ya que en una boda completa es donde podrán ver realmente nuestro verdadero trabajo.
-
Aunque con la experiencia he aprendido que no siempre es imprescindible tener un segundo fotógrafo, contar con él aporta un plus de seguridad y creatividad: permite tener un punto de vista diferente, llegar a lugares donde el fotógrafo principal no puede estar sin perder momentos importantes (por ejemplo, captar un plano desde lo alto de una iglesia o un balcón mientras yo me concentro en lo que ocurre a ras de suelo). Además, es una garantía extra en caso de cualquier imprevisto. Por todo esto, suelo recomendar la opción de añadir un segundo fotógrafo: no encarece demasiado el precio final y aporta tranquilidad y un valor añadido al reportaje.