
Sesión de Fotos de Mascota | Inma & Trufa
Esta sesión de fotos de mascota llevaba mucho tiempo gestándose como idea. Así que me hace muy feliz que por fin se materialice.
Las primeras personas que vio Trufa al nacer fuimos nosotros. Se pueden imaginar que ella sea la responsable de formar nuestra pequeña familia. Sabemos que un perro debe estar con su madre los tres primeros meses pero estábamos seguros de que podríamos tenerla mejor con nosotros, y así fue. De hecho, es mas alta que la mayoría de Turcos o Perros de Agua Andaluz que hemos visto, pese incluso a ser una hembra. Nuestro trabajo nos costo jeje, nos turnábamos cada dos horas para darle su biberón de leche especial para perros. Acabo relacionando el sonido del microondas con la hora de comer.
Y así fue creciendo. Reconozco que soy más consciente de esos primeros meses ahora que antes. Por suerte conservamos fotografías de aquellos momentos y algunos videos caseros, ademas de esos recuerdos que se quedan siempre marcados en la retina.
De pequeño siempre tuve toda clase de mascotas. Ratones, serpientes, gatos, ardillas, conejos, tortugas, peces, camaleones, palomas, gorriones, patos, ranas y hasta grillos. Pero por increíble que parezca nunca tuve un perro, esa mascota que suele tener todo el mundo antes que cualquier otra.
Ahora no sé como pude haber estado antes sin un perro. Me sigue asombrando la compañía que dan, el amor incondicional que ofrecen, incluso… la humanidad que transmiten. No ha sido hasta después de tener a Trufa cuando comprendí eso de que el perro es el mejor amigo del hombre.
Me encanta hacerles fotografías a mascotas porque al igual que los niños nunca sabes que van a hacer. Tampoco necesitas darles ninguna pauta. Simplemente la clave esta en jugar con ellos, dejarles actuar y mi trabajo como fotógrafo es estar ahí, persiguiendo los momentos que van surgiendo.
No es de extrañar por tanto que antes o después Trufa acabase teniendo su propia sesión de fotos. Para ser sinceros, Inma ya me había pedido una sesión para ella hace mucho tiempo, pero ya se sabe: en casa del herrero, cuchara de palo. Y ahora que Trufa estaba aquí, ella lo tenía muy claro: no sin mi perro. Porque ella es la responsable de formar nuestra pequeña familia.